El momento de ver el test de embarazo positivo es mágico e indescriptible: te invade un torrente de emociones que no sabías ni que existían. El viaje acaba de empezar, te queda tanto por vivir, por experimentar, ¡por disfrutar! La primera ecografía, las primeras «pataditas», los nervios al preparar la canastilla, la emoción de ponerte de parto… En total, cuarenta semanas llenas de nuevas vivencias con un gran premio al final: tu bebé.
En este libro, Sofía Fournier da respuesta a todas las dudas e incógnitas que surgen durante el embarazo de una forma directa y amena. Todo con el objetivo de procurar que disfrutes al máximo de estos nueve meses que tienes por delante. De esta manera, si quieres vivir tu embarazo sin obsesionarte, compartir esta experiencia con tu pareja sin cambiar radicalmente tu día a día y conocer un poco más qué te espera a lo largo de estos nueve meses de gestación, este libro puede irte muy bien.
Entre otras muchas cuestiones, ofrece 4 consejos básicos que toda embarazada debe saber:
- Aprende a contar en semanas. Olvida lo de «estoy de cinco meses», el embarazo se cuenta en semanas. ¿Y cuántas dura? 40 desde el primer día de la última regla. Obviamente, no todos los bebés nacen el Día D a la hora H. Si fuera así, sería muy fácil. La semana 40 es la fecha probable de parto, pero un embarazo normal puede durar entre 38 y 42 semanas. Lo de contar en semanas verás rápidamente que sirve a los médicos para hablar todos el mismo idioma.
- Escucha poco, acepta menos consejos. Verás que cuando tu entorno se entere de que estás esperando un bebé, rápidamente las conversaciones de sobremesa en casa de tus padres, de las cenas con tus amigas o del momento café en el trabajo se centrarán casi en exclusiva en tu embarazo. Y, con la mejor intención del mundo, la gente te contará tal o cual anécdota: te explicarán que el médico de la hija de la vecina le dijo que era malísimo sentarse con las piernas cruzadas o que la hermana de la prima de su novio tuvo una reacción alérgica horrible al comer pescado y que, «en tu estado», es mejor no probar el atún. ¿Mi consejo? Tú escucha, claro que sí, todo el mundo lo hace con buena fe, con ganas de ayudarte y apoyarte, pero luego, en casa, relativízalo todo. No te tomes nada al pie de la letra y, en caso de duda, siempre pregunta a tu ginecólogo. Cada embarazo es único, con sus circunstancias particulares, y lo que a una le fue bien puede que a otra no, o lo que le dijeron a ella puede no estar indicado en tu caso.
- Escoge un ginecólogo que te transmita confianza Esto me parece fundamental. Durante las 40 semanas que dure tu embarazo, el ginecólogo va a ocupar un papel bastante protagonista en la historia, en serio. Así que mejor que sea un personaje agradable de la novela, ¿no? Es cierto que es tu médico y no tu mejor amigo, pero te has de atrever a preguntarle todo lo que te preocupa y te agobia, sin vergüenza ni miedo de si la duda que tienes es una tontería o no. ¿A ti te agobia? ¡Pues pregúntale!
- Cuídate, cuídate mucho. Si tuviese que dar un sólo consejo a una embarazada, me quedaría con este sin dudarlo. Cuida tu alimentación, cuida tu cuerpo, cuida tu mente, cuida tu imagen…. Cuidándote a ti, cuidas a tu bebé. Aprovecha estos nueve meses para mejorar tus hábitos de vida: dieta sana y ejercicio físico son fundamentales en esta etapa, pero desde luego son buenas costumbres a mantener en el futuro.
Especialmente interesante resulta también el capítulo en el que desmiente leyendas urbanas sobre el embarazo como que las embarazadas que tienen acidez tendrán un bebé con mucho pelo