Ningún exceso es bueno, ni tan siquiera cuando de regalos se trata. De ahí que pediatras y psicólogos nos recomiendan regalar con moderación, tratando de hacer regalos diferentes y pensando siempre en qué es lo mejor para los niños.
El primer paso sería regalarles aquello que realmente desean. Hay que estar atentos a sus gustos y necesidades, observar y preguntarles qué les hace ilusión de verdad y dentro de nuestras posibilidades, tratar de hacerles ese regalo que es especial para ellos.
Todos los juegos que fomenten las actividades deportivas, la creativas, la cooperación o que estén pensados para compartir, también son una buena opción, ya que con ellos se fomentan la imaginación, la actividad física o los momentos en familia y con amigos.
Por supuesto los libros siempre son un acierto. Con ellos no solo se fomenta la lectura y la escritura, sino que además son una vía de escape y disfrute maravillosa, a la par que una de las mejores maneras para trabajar la educación en la inteligencia emocional.
Muchas veces se habla de un libro, algo para llevar, algo que necesite y algo que desee. Es la llamada regla de los cuatro regalos navideños. Con ella se pretende priorizar la calidad sobre la cantidad e intentar que los más pequeños valoren de verdad todo aquello que reciben.
Nosotros sumamos otra de las recomendaciones de los expertos, regalar experiencias. Y aquí la lista es tan larga como imaginéis, desde una escapada a la nieve, a ir un concierto, una acampada, ir a ver un museo, hacer un taller o cualquier experiencia que se os ocurra y seguro se convertirá en un momento inolvidable.